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Embalse Zapallar: renace opción para los regantes excluidos del Laja Diguillín

noviembre 29, 2014

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Se trata de un área que incorpora 10 mil nuevas hectáreas de riego en una zona de alta pobreza

Cuando ya pocos daban alguna posibilidad de que se concretara resurgió el Embalse Zapallar, proyecto que desde la semana pasada está oficialmente priorizado entre las obras medianas del Gobierno y que este martes será ratificado en el Consejo de Ministros de la Comisión Nacional de Riego, como lo anunció en su visita a Bío Bío esta semana el ministro de Agricultura Carlos Furche.

Se trata de una obra complementaria al Canal Laja Diguillín, que surgió en los años 90, cuando los regantes del río Laja de la Provincia del Bío Bío, presionaron para disminuir el caudal original que se había aprobado para el canal que traslada aguas del río a la cuenca del Diguillín. De esta forma bajó de 60 metros cúbicos por segundo a 40. Los otros 20 m3 serían aportados por el embalse.

Con el pasar del tiempo comenzó la obra del Canal Laja Diguillín y el embalse Zapallar se fue quedando atrás, hasta que un día se descontinuó, con el argumento que no se justificaba la construcción debido a la baja rentabilidad que era poner en riego esta zona, donde no existía cultura de riego.

El nuevo Gobierno, cambió el criterio y consideró que era rentable desde el punto de vista social dotar de riego a una zona de pequeños campesinos y de alta pobreza, como son las comunas de San Ignacio y El Carmen. Lo único lamentable del caso es que ahora en lugar de hablar de riego para 20 mil hectareas, se consideran solo 10 mil, a lo que nadie ha dado una explicación fundada.

En todo caso nadie levanta la voz, ni pregunta mucho, ya que los agricultores y las autoridades de la zona, que casi habían perdido la fe en que se realizaría el proyecto, ahora se aferran al mismo y no están dispuestos a poner ninguna traba para que se construya.

Este proyecto se ubica en la angostura del valle del río Diguillín, 12 kilómetros abajo de la conexión con el río Renegado, conocida como Zapallar, donde confluyen las comunas de San Ignacio y El Carmen.

Allí se proyecta un embalse tipo CFRD (presas de rellenos con pantalla hormigón); que contempla un muro de una altura de 75 metros, por 390 metros de extensión, para embalsar 80 hectómetros cúbicos de agua. Para su construcción se requiere expropiar una extensión de 434 hectáreas.

Para la distribución del agua se contempla la edificación de una nueva red de canales y el mejoramiento de las obras existentes. Los derechos de agua que dan consistencia a la obra, corresponden a regantes locales y a la Dirección de Obras Hidráulicas.

Como la obra era parte del Laja Diguillín y debía ser entregada con este, cuenta con estudios avanzados ejecutados a principios del año dos mil, como es el caso del dieño del embalse, y también del correspondiente estudios de impacto ambiental.

Ello implica que se deberán hacer las adecuaciones correspondientes, sobre todo en lo que corresponde a impacto ambiental ya que los reglamentos han cambiado. Esta tarea será asumida por la Dirección de Obras Hidraúlicas del MOP.

El proyecto beneficiará aproximadamente a 10.000 nuevas hectáreas de riego, con 85% de seguridad de riego, que es un estándar que permite sustentar proyectos agrícolas y frutícolas, en las comunas de San Ignacio y El Carmen.

Los estudios realizados, también identifican beneficios, como su efectividad para regular crecidas y posible generación hidroeléctrica.

INVERSIÓN

Actualizando los datos de los estudios anteriores se estima que el monto de inversión para llevar a cabo la obra es de aproximadamente 130 millones de dólares.

El Estudio de Impacto Ambiental del año 2002 concluyó que a pesar que hay impacto negativo este es escaso y mitigable.

El área de expropiación sería de 434 has. y la superficie inundada de 328 has., en una superficie que contempla 50 predios y 40 propietarios.

El espejo de agua inundaría 4 viviendas que deben ser relocalizadas, dos sitios que presentan valor arqueológicos y 126 hectáreas de bosque nativo.

Entre las tareas pendientes para adelantar con la obra se debe realizar un Estudio Agroeconómico del Embalse y su red de canales para el año 2015; la actualización de la Ingeniería de detalle incluyendo la variable hidroeléctrica y red de canales.

También en el año 2015, se programa contratar la complementación del Estudio de Impacto Ambiental, conforme a la normativa vigente, y su posterior ingreso al Sistema de Evaluación Ambiental.

Una vez culminadas todas estas tareas, según adelantó el ministro Furche, de salir todo positivo, las construcción de la obra se podría estar comenzando en el año 2017.

Fuente: La discusión

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