Inversiones de Codelco:
A la baja del precio del cobre y el aumento en los costos de insumos, equipos y mano de obra, se suma la situación de los trabajadores contratistas, que pone en tela de juicio la política de externalización de la empresa.
La baja del precio del cobre es sólo un dato coyuntural para la gran minería, particularmente para Codelco, que requiere de jun horizonte de varias décadas para concretar sus inversiones. Así, cuando en 2019 concluya el proyecto para transformar Chuquicamata en una mina subterránea y comience a entregar sus primeras toneladas de mineral, habrán pasado 27 años desde que se lanzó la idea.
“Esta transformación permitirá prolongar la vida útil de Chuquicamata por otros 40 años, que se sumarán a los 100 años que ya tiene esta mina desde que se puso en explotación”, dijo el ingeniero Germán Flores, gerente del proyecto.
Con este horizonte de largo plazo, poco y nada incidiría la baja el precio del cobre de este año y los recientes conflictos laborales, desatados por los trabajadores contratistas. Esto último paralizó por algunos días los trabajos en el fondo de la mina a cielo abierto de Chuquicamata, la más grande de su tipo a nivel mundial.
Flores reconoció que el conflicto de los contratistas alteró el abastecimiento de insumos, así como el ingreso y la salida de los trabajadores, “pero no afectó los plazos del proyecto, que se mantienen de acuerdo a lo programado”.
Hoy Chuquicamata funciona con costos cada vez más altos, debido a la baja de la ley del mineral (pasó de 1,03% a 0,8% promedio en los últimos 10 años) y a las enormes distancias que deben recorrer los camiones gigantes –de más de 300 toneladas de carga- para trasladar el material desde el fondo del rajo, que ya tiene 1.200 metros de profundidad. Cada uno de los 70 camiones que opera en el yacimiento recorre un promedio de 22 kilómetros en cada viaje de ida y vuelta desde el fondo de la mina a la superficie y consume 3.100 litros de petróleo al día. Por lo tanto, el costo agregado de este ítem llega a 217 metros cúbicos de combustible en cada jornada.
El ingeniero Fuentes dice que debajo del rajo existen 4.300 millones de toneladas de mineral, pero mientras tanto la empresa debe seguir lidiando con el alto costo de extracción, que ha subido en 2,4 por 1 en 2004, a 4 por 1 en la actualidad. Esto significa que por 4 toneladas de remoción de material, sólo se obtiene 1 tonelada de mineral aprovechable. Hacia 2018 este costo será insostenible porque entretanto e sumarían otras alzas, como por ejemplo, de energía, insumos, equipamiento y mano de obra.
Así y todo, los US$4.200 millones que costará este proyecto representan apenas el 16,8% de la actual cartera de inversiones de Codelco.
Estrategia contracíclica
Desde el comienzo, el proyecto de Chuquicamata Subterránea estimó un precio conservador del metal rojo, aterrizando su estructura de costos a un rango de US$0,61 a US$1,96 por libra, lo cual implica que en el peor de los casos, si el valor de mercado baja del nivel actual, seguiría siendo rentable. En tanto, para el molibdeno se estimó un rango de entre 6,6 y 23,8 dólares por kilo, con una media de US$17.
Este año el precio del molibdeno también ha bajado, situándose en US$6 por libra, cifra que es casi la mitad del promedio de 2014, que llegó a US$11,9 por libra. El mercado del molibdeno –muy ligado al cobre- adquirió creciente importancia en el mundo, a partir del boom de precios de 2004 y 2008. Por tratarse de un subproducto de la industria del cobre, este metal favorece la rentabilidad de las inversiones en la industria del metal rojo, incluyendo las que se ejecutan en Chile, que es uno de los países con las mayores reservas y producción mundiales, junto con China, Estados Unidos, Perú y México.
El vicepresidente de Proyectos de Codelco, Gerhard von Borries, dijo que la empresa tiene capacidad de adaptación a los vaivenes del precio y que la caída sistemática observada en lo que va corrido de este año no debiera afectar el desarrollo de los proyectos. En declaraciones a la agencia de noticias Emol, Von Borries sostuvo que Codelco ha sido capaz responder con una estrategia contracíclica, es decir, “invirtiendo cuando los precios están bajos para recoger los frutos cuando los precios estén altos”.
Aunque admitió que más adelante podría profundizarse la caída del precio del metal, recordó que Codelco ha enfrentado varias veces un ciclo con precios bajos y que, sin embargo, “ha tenido la capacidad de adaptar su estructura de costos”.
En plena marcha, hacia 2015, Chuquicamata Subterránea producirá 320.000 toneladas de cobre fino y 15.000 toneladas de molibdeno. Las reservas estimadas son de 1.760 millones de mineral, con una ley de 0,7% de cobre y de 502 partes por mil de molibdeno.
“Estamos muy focalizados en el plazo, e tal modo que logremos la puesta en marcha en 2019,, pero el desafío es grande porque, aparte de ser un proyecto complejo, estamos cambiando una cultura arraigada de explotación, desde rajo abierto a una mina subterránea”, manifestó Germán Flores, en una charla ofrecida en el Instituto de Ingenieros de Minas de Chile.
El proyecto lleva más del 20% de avance y por estos días se construyen los túneles de acceso del personal; los túneles de inyección de aire y la construcción de un pique de 918 metros de profundidad u de 11 de diámetro, para ventilación. Cuando concluya el proyecto se habrán construido unos 180 kilómetros de túneles para acceder y extraer el mineral, lo que equivale al largo de la Isla Grande de Chiloé. Al término de la vida útil de la mina –el año 2060- los túneles construidos sumarán 1.020 kilómetros, similar a la distancia entre Santiago y Puerto Montt.
Como al parecer Codelco no es la única empresa que aplica una estrategia contracíclica, en el mercado laboral sigue escaseando la mano de obra calificada para el desarrollo de proyectos mineros. Germán Fuentes reconoce que este es un punto crítico, porque hay otras grandes compañías en el mismo afán de concretar nuevas obras, a la espera de aprovechar un próximo ciclo de precios altos.
“Por ahora el factor precio del cobre no es determinante, pero en otros ámbitos la respuesta del mercado no ha sido la misma que esperábamos y eso nos llevó a crear una Gerencia de Planificación Estratégica, para estudiar los aspectos críticos, tales como el alto costo de mano de obra y el de los equipos que tenemos que adquirir”, precisó el ejecutivo.
Entre otras cosas, dijo que deberán incorporar unos 300 operadores de equipos especializados “y la pregunta que nos hacemos hoy es si es conveniente hacerlo a través de contratistas, o bien que la misma empresa los contrate y los capacite”. En este ámbito, Flores advirtió que podrían surgir otros conflictos y que tal vez lo recomendable sería optar por la segunda opción.
¿En qué están los otros proyectos estructurales?
En las últimas horas, Codelco dio una nueva señal de ajuste, al confirmar la reformulación del proyecto de expansión de su división Andina. La estatal ahora generará una “alternativa que requiera menor inversión, que implique menores impactos sobre el medio ambiente y que prolongue la vida útil de esta división por 50 años”, dijo si presidente ejecutivo, Nelson Pizarro.
En el caso de Nuevo Nivel Mina de El Teniente, la iniciativa cuenta con una avance de un34,8% en su reformulación. La idea es incorporar mejoras geomecánicas, fortalecer túneles, entre otras mejoras.
En el caso de RT sulfuros, esta iniciativa tiene un avance de un 39% en su ingeniería de detalle y podría obtener su permiso ambiental este año, según reconoció el propio Nelson Pizarro.
Otra incógnita es la continuidad de Salvador, la que está supeditada a la factibilidad del yacimiento Rajo Inca, el que haría más rentable la operación en la región de Atacama.
Adicionalmente, Pizarro expresó que Codelco ahora prepara el presupuesto del próximo año, así como la revisión del plan de negocios, el cual internalizará las condiciones del mercado del cobre.