Antes de finalizar el año se realizaría el llamado a licitación del proyecto, el que requeriría US$1.600 millones de inversión, señalaron en concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Las firmas o grupos que, hasta el momento, pueden postular al ya estar precalificados son: Sacyr Concesiones, OHL Concesiones, Vespucio Oriente Express, Constructora OAS, Consorcio 2B, Acciona Concesiones Vespucio Oriente, Global Via Infraestructuras, Compañía de Concesiones Rodovarias y Autopista do Pacífico.
Sin embargo, se podrían sumar más nombres a la lista, ya que serían más de 20 los conglomerados que adquirieron las bases. Además, el proceso de presentación de antecedentes para ser precalificado finaliza el próximo 28 de octubre.
La mayoría de las listadas ya poseen participación en rutas concesionadas en el país, tal es el caso de las españolas Global Vía (autopistas del Itata y Aconcagua), OHL Concesiones (Autopista del Sol). Asimismo, Sacyr construye en la Ruta 5 entre Vallenar y Caldera.
En cuanto a los montos necesarios para la construcción, de acuerdo a lo informado por fuentes del área de concesiones del MOP, la inversión preliminar estimada corresponde a los US$1.600 millones, lo que la transformaría en la mayor concesión en la historia del país.
Asimismo, y de acuerdo a lo indicado por fuentes del Ministerio, dicha cartera y los equipos técnicos a cargo del proyecto “están trabajando para concretar el llamado a licitación durante el presente año”. Aunque se ha señalado que la fecha más probable sería diciembre del 2011.
Respecto al modelo de negocios por el que se inclinaría el MOP, se señaló que “la forma de licitación y modelo de negocio son aspectos actualmente en fase de estudio”. Eso sí, ha trascendido que una de las fórmulas sería que el primer concesionario construya la obra, y que la explote durante un plazo determinado para luego relicitarla.
El Proyecto
La autopista Vespucio Oriente conectaría avenida Grecia con El Salto, siendo un trazado de 13 kilómetros, contemplándose dos túneles mineros –bajo tierra– paralelos con tres pistas de circulación cada uno.
La decisión de hacerlo bajo tierra es la más costosa de las alternativas que barajaba el MOP, sin embargo, debido a la presión ejercida por las comunidades de algunas comunas por donde pasaría la autopista –como Ñuñoa o La Reina–, la cartera que dirige Hernán de Solminihac, eligió esta opción que “generaría mayor rentabilidad social”.
