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Desalación: la tendencia de las mineras en el consumo de agua

agosto 24, 2017

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Las plantas desaladoras ya no son algo del futuro. En Chile hay varias funcionando y la industria minera tiene grandes proyectos en carpeta, especialmente tomando en cuenta las exigencias medioambientales.

El consumo de agua del sector minero en 2016 alcanzó a 59,31 m3/seg, lo que significó un alza de 6,4% respecto a 2015, según indica el estudio “Consumo de Agua y Energía en la Minería del Cobre”, que desarrolla anualmente la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).

Esta es una de las razones de porqué el agua es tan fundamental para la minería. Pero la prioridad está ahora no sólo en usarla, sino en cómo se hace, de dónde se extrae y cómo se reutiliza, con el objetivo de impactar lo menos posible el entorno. En este contexto, los proyectos de desalación del agua crecen cada vez más, con ya varias decenas de plantas funcionando y un buen número en desarrollo.

Para hacerse una idea, según información publicada por Reuters hace unos días, un consorcio empresarial donde está Mitsui & Co y Grupo Cobra, está negociando con BHP Billiton la construcción de una planta de desalación en la mina Spence, proyecto que ya cuenta con la aprobación del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA). Codelco también se encuentra en un importante proyecto que incluiría a tres minas de la Región de Antofagasta (ver recuadro).

Según el informe de Cochilco, en 2016 el consumo total de agua de origen continental fue de 13,61 m3/seg; la de agua de mar, de 2,45 m3/seg; y el agua recirculada, de 43,25 m3/seg. Por otro lado, el consumo total de agua en la industria minera representó sólo un 3% del uso total. Pero lo interesante sucede con el agua recirculada, que alcanzó un 74,3% el año pasado.

Raymond Philippe, gerente de Desarrollo de Negocios y líder del Sector Agua de MWH Global Chile, cree que muchas mineras están teniendo problemas con su agua, debido a que tradicionalmente las toman de sectores donde ya se está impactando los niveles freáticos (napas subterráneas). “Hay muchos ejemplos de compañías que han tenido que bajar el consumo de las napas y buscar proyectos de desalación”, dice el ejecutivo de esta compañía de ingeniería en proyectos hidráulicos con sede en Canadá. “Desde 2012 la industria minera se ha estancado un poco, pero aún siguen necesitando agua y más que antes, para procesar un mineral que tiene menor ley”, agrega.

Entre los proyectos más destacados, están por ejemplo EWS, la nueva desaladora de minera Escondida que ya inició su puesta en marcha. Incluso, en el ámbito no minero, destaca una planta desaladora para la Región de Atacama, que corresponde a la industria sanitaria.

Una de las plantas desaladoras más importantes del desierto de Atacama está en la comuna de Caldera (Región de Atacama). De propiedad de Grupo CAP y con una capacidad para generar hasta 600 litros por segundo, comenzó a operar en 2014, con una inversión de US$395 millones, incluyendo dos acueductos (uno de 80 km y otro de 140 km).

De acuerdo a su último reporte de sustentabilidad, en 2016 la compañía produjo más de 7,3 millones de metros cúbicos de agua 100% desalada en la IV Región, gracias a dicha planta desalinizadora. Asimismo, un gran porcentaje del agua utilizada en sus distintas empresas y operaciones fue reciclada o recirculada (72%).

Waldo López, gerente de Desarrollo de Negocios de Acciona Agua, compañía española con más de 40 años de experiencia en este rubro (y quienes desarrollaron el proyecto de CAP, explica que uno de los grandes desafíos de la desalación es que calidad del agua de mar es variable. “Está sujeta a fenómenos biológicos ocasionales conocido como mareas rojas o bloom de algas. Cuando esto sucede, aumenta la materia orgánica y facilita el crecimiento biológico, que es perjudicial para el proceso”, dice López.

Por eso, Acciona instaló un sistema que combina un proceso de flotación por aire disuelto y un proceso de filtración de arena denominado Actidaff. “La escasez de agua continental, el aumento de la demanda por agua y el cambio climático exigen que se desarrolle tecnología de tratamiento de agua que sea económica y sostenible”, indica el ejecutivo de Acciona.

El gran proyecto de Codelco

Uno de los máximos proyectos de desalación que se espera desarrollar en Chile, es la planta que Codelco pretende poner en operación el 2021. Al respecto, cerca de 40 empresas (mayoritariamente extranjeras), indicaron su intención de participar en la licitación pública, cuya adjudicación finalizará a fines de este año. Para ello, la estatal lanzó una BOOT (build, own, operate, transfer). El objetivo es llegar a un acuerdo para tercerizar la infraestructura, la cual debe ser financiada, construida y operada por la compañía ganadora, la cual será transferida más tarde a Codelco.

Entre los requisitos del proyecto, está la capacidad de 630 litros por segundo, en una planta que estaría a 2.800 msnm, durante su primera etapa. Con esto, la desaladora espera satisfacer las necesidades de las minas Chuquicamata, Ministro Hales y Radomiro Tomic, todas ubicadas en la Región de Antofagasta.

Además, el proyecto contempla obras marítimas en el puerto de Tocopilla, una tubería de transporte de cerca de 160 kilómetros y un sistema de impulsión de agua, incluyendo la infraestructura eléctrica para todo el proceso.

Fuente : https://www.latercera.com/

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