Nuevas máquinas tendrán la más moderna tecnología para una experiencia de viaje más cómoda, rápida y segura, aseguró ejecutivo de Fesur.
Después de más de 40 años de circular entre Laja y Talcahuano en el tradicional recorrido conocido como el Corto Laja, esos carros de pasajeros se acogerán a un necesario y justo retiro.
Después de transportar a varios cientos de miles de personas, los convoyes serán reemplazados por modernas máquinas diseñadas y armadas en China, una parte de las cuales ya arribó al país, mientras que las restantes debieran llegar a puertos nacionales en la jornada de este lunes.
Así lo detalló Nelson Hernández, gerente general de Ferrocarriles del Sur (Fesur), filial de EFE, quien precisó que se trata de “15 trenes que vienen a reponer la flota completa”. De ese total, tres serán destinados al trayecto entre Laja y Talcahuano, mientras que los restantes se utilizarán para reemplazar las máquinas del Biotrén y para el tramo Victoria-Temuco.
El ejecutivo destacó que se trata de equipos con mayor capacidad de asientos que, gracias a las inversiones previas en la faja ferroviaria, permitirán reducir los tiempos de desplazamientos en el Corto Laja. De dos horas que se tarda en la actualidad, a futuro el trayecto se podrá hacer en una hora y media.
“La gracia de estos trenes, que son de primera línea, es que nos estamos dando un salto de 40 años de tecnología”, indicó Hernández, cuando especificó las características técnicas de los trenes que “incorporan mucha electrónica”.
La idea, añadió, es mejorar la experiencia de viaje de tal forma que los pasajeros, especialmente los eventuales, retornen para realizar el mismo trayecto.
Los equipos ferroviarios corresponden a modelos eléctricos y diésel que fueron fabricados por la empresa china CRRC-Sifang, en la ciudad de Quingdao. Los primeros llegaron a fines de enero y el segundo embarque arribará hoy. Después de un periodo de pruebas, estarán operativos en el segundo semestre de este año.
La adquisición de los nuevos trenes es parte del plan “Chile Sobre Rieles”, cuyo propósito es recuperar los servicios ferroviarios del país que están en operaciones.
En lo concreto, la intención es triplicar la cantidad de pasajeros transportados al año 2027 y duplicar la carga a nivel nacional. Para hacerlo posible, la iniciativa considera una inversión de 210 millones de dólares dedicados a la compra de los nuevos equipos y la habilitación de infraestructura para su operación.
De hecho, en el trayecto entre Laja y Talcahuano se realizaron cuantiosas inversiones, incluido el cambio de 75 mil durmientes de madera por unos nuevos de hormigón, así como la renovación de los rieles.
AVANCES
Los nuevos trenes del Corto Laja contarán con acceso universal, asientos diferenciados para tercera edad, pantallas de información al pasajero, climatización, internet por wifi, cámaras de seguridad, intercomunicador con maquinista y baños inclusivos.
Los automotores están dotados de dos y tres coches, con una capacidad que varía entre los 400 y 600 pasajeros a bordo, con modernas prestaciones y una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora.
Sin duda que es un cambio relevante si se pretende mantener este servicio a flote, que puede ser la gran oportunidad para recuperar una parte de su esplendor de antaño, pero actualizado a las exigencias de pasajeros que no solo se conforman con llegar a destino, sino que quieren una serie de servicios ahora considerados indispensables y necesarios.
UN TRAYECTO TRADICIONAL
Desde la década de los 70 que los actuales trenes del Corto Laja vienen cumpliendo rigurosamente con su itinerario entre esa comuna y la estación La Leonera, en Talcahuano, en una serpenteante ruta que orilla el río Biobío y que hace detenciones en estaciones que parecen haberse quedado atrapadas en el tiempo.
Se trata de un servicio en la región del Biobío que, pese al declive de la actividad ferroviaria de las últimas décadas, mantiene sus operaciones los 365 días, con salidas diarias en varios horarios.
