La larga y compleja geografía de Chile servirá de piloto en América Latina a la constelación de satélites diseñada para proveer internet banda ancha y de alta velocidad en lugares del mundo en los que antes no se podía alcanzar con esta tecnología.
La red de Starlink probará su conectividad en escuelas de las localidades de Caleta Sierra, ubicada en la norteña región de Coquimbo, y en Sotomó, al sur del país, en donde se espera que esta iniciativa ayude a cerrar la brecha digital y permita a los habitantes de zonas rurales acceder a clases online, servicios de telemedicina y comercio electrónico.
“En ocasiones nuestra geografía hace que sea complejo el despliegue de las redes tradicionales de banda ancha. Por ello nos llena de orgullo que la empresa Starlink haya elegido a Chile como país pionero de Latinoamérica para iniciar el despliegue de su proyecto de internet satelital, dotando de capacidad y conectividad de alta velocidad a dos localidades del país”, afirmó la Ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt.
La llegada de Starlink al país se dio luego de que el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones explorara con la compañía del multimillonario Elon Musk la posibilidad técnica de realizar pruebas piloto, de carácter social, en comunidades rurales aisladas o que tuvieran problemas de conectividad digital y entregara un permiso experimental a la empresa para el uso no comercial del servicio.
“Mediante esta operación se democratiza el acceso a una mejor conectividad de sectores rurales o aislados geográficamente, integrándolos. Esto tiene un impacto enorme en poder habilitar distintas áreas productivas y conectar a miles de compatriotas que ya no requerirán cables para enviar y recibir información, lo cual es un avance clave en el proceso de avance digital que está experimentando nuestro país”, según el Ministro de Economía de Chile, Lucas Palacios.
Expectativas en zonas remotas
Caleta Sierra queda a 400 kilómetros de Santiago, pero su geografía de ensenada hace que pase prácticamente desapercibida en los mapas y que, para llegar, se deban recorrer terrenos sin ninguna señalización hasta que empiezan a verse casas de colores en las que viven 170 personas y hay una escuela con apenas ocho alumnos a la que, por primera vez, llegará el internet.
“Van a instalar un internet satelital que servirá para tener comunicación en esta escuela, que es muy significativa para nosotros, y en la que, gracias a esa red, nuestros niños tendrán un elemento técnico para desarrollar sus actividades y también para nuestra comunidad, en donde el acceso a internet es muy difícil”, señala a la Agencia Anadolu Claudio Rentería, el alcalde de Ovalle, comuna a la que pertenece esta alejada zona.
Para Rentería la llegada de esta conectividad digital permitirá que se desarrolle la red de pescadores artesanales que mueven la economía de esta localidad y que sus hijos puedan tener una mejor educación. Esto, en momentos en los que la pandemia sigue ampliando las desigualdades en las zonas con menos recursos.
“Hemos apoyado las gestiones de internet a nuestros alumnos para que en esta pandemia lo pasen relativamente bien. Pero nos habíamos encontrado con el problema de conectividad de algunas localidades apartadas como Caleta Sierra en donde la escuela entrega la mejor educación que se puede a los hijos de los pescadores”, afirma el alcalde.
Durante la primera fase el proyecto Starlink promete un potencial de descarga que oscila entre 50 a 150 Mb/s, con un corto tiempo en el envío de datos que puede ir entre 20 a 40 milisegundos, lo que abre una oferta suficiente para actividades relacionadas con educación, teletrabajo y entretenimiento.
Beneficios de la nueva tecnología
La llegada de este proyecto de SpaceX a zonas rurales de Chile marca un hito en el objetivo que se planteó la compañía de Musk de poner en órbita una constelación de satélites capaces de ofrecer internet de alta velocidad a los rincones más inhóspitos del mundo para conectar a vehículos terrestres, embarcaciones, aviones y localidades apartadas a las que dar conectividad es todo un desafío debido a los límites de la infraestructura terrestre.
“Starlink fue diseñado para comunidades remotas como las de Caleta Sierra y Sotomó. La conectividad de alta velocidad puede tener un impacto transformador en estas comunidades y estamos ansiosos por apoyar estos programas piloto, comenzando por las escuelas locales”, destacó Gwynne Shotwell, presidenta y directora de operaciones de SpaceX.
Para concretar la conexión en estas localidades chilenas, Starlink entregó kits satelitales que permitirán servicios gratuitos de internet durante un año y luego el costo será asumido por los municipios, en el marco de un convenio en el que, además de las dos localidades que iniciarán el proyecto, ya se avanza en sumar nuevas zonas a este servicio que contempla abarcar todo el territorio nacional en un futuro.
“Cuando hablamos del futuro pospandemia, no podemos proyectarlo sin una conectividad transversal que permita que tanto sectores productivos como ciudadanos puedan desarrollarse estén donde estén”, afirma el subsecretario de Economía de Chile, Julio Pertuze.
Para expertos como José Miguel Piquer, doctor en computación de la Universidad de Chile, Starlink ofrece el tipo de tecnologías que pueden ser realmente revolucionarias en un país cuyas grandes industrias operan en zonas alejadas y en las que la conectividad de internet es muy costosa.
“Esta es una tecnología que a Chile le puede hacer muy bien, dada nuestra topografía de cerros y montañas en las que las mineras, empresas forestales y salmoneras operan en terrenos donde la conectividad es muy mala o inexistente o donde es muy caro llegar con fibra óptica y las señales telefónicas tipo 4G traspasan muy mal los cerros”, señala a la Agencia Anadolu.
Piquer concluye que el piloto que SpaceX instalará en Chile en los próximos meses plantea el desafío de buscar zonas más lejanas del Ecuador, que es en donde las redes de internet funcionan mejor, para empezar a dar mayor conectividad hacia los polos del planeta en donde cuesta más que llegue la tecnología actual.
México será el segundo país en Latinoamérica al que llegue el Internet satelital de Starlink, una tecnología que ya opera en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, y que tiene una versión beta en España. Además Space X ha registrado la marca para operar en países de Europa, Oceanía y en Sudáfrica.
Según el multimillonario Elon Musk, los 1.500 satélites con los que actualmente cuenta la red, que ya tiene 70.000 usuarios, permitirán que en el mes de agosto haya una cobertura global, a excepción de los polos, que estará disponible para todos los países que autoricen su funcionamiento.
Fuente: AA
