La minera destacó la situación del Covid-19 en Chile, asegurando que están aumentando “agresivamente” la fuerza laboral con miras a lograr la primera producción en la segunda mitad del próximo año.
Un fuerte impulso de cara al tercer trimestre dio cuenta este martes la minera Teck respecto a su proyecto Quebrada Blanca II (QB2) -que involucra una inversión inicial de alrededor de US$ 4.700 millones- en medio de los avances positivos que ha tenido la evolución de la pandemia por el Covid-19 en Chile.
En la entrega de resultados de la minera al segundo trimestre, la canadiense destacó que consiguieron superar las condiciones de Covid-19 “más agudas” en Chile desde el inicio de la pandemia, mientras “logramos de manera segura nuestro mejor progreso trimestral hasta la fecha en nuestro proyecto insignia de crecimiento de cobre QB2”.
“La situación de Covid-19 en Chile ha mejorado en las últimas semanas y las tasas de vacunación en QB2 son altas, lo que está contribuyendo a un fuerte impulso en el proyecto de cara al tercer trimestre”, reconoció la firma.
Teck puntualizó que, a medida que los casos de Covid-19 comenzaron a disminuir en junio de este año en Chile, junto con las altas tasas de vacunación del país, están aumentando “agresivamente” hasta niveles máximos de fuerza laboral. Así, se espera -aseguraron- un avance general del proyecto del 60% a principios de agosto y se sigue esperando la primera producción en la segunda mitad del próximo año.
El presidente ejecutivo de la minera, Don Lindsay, sostuvo que “el sólido desempeño de nuestras operaciones y proyectos clave en el contexto de la mejora de las condiciones del mercado generó un segundo trimestre muy positivo de 2021, con un aumento de las ganancias ajustadas del 281% en comparación con el mismo período del año pasado”.
La minera detalló que la estimación del costo de capital permanece sin cambios en US$ 5.200 millones antes de los costos de capital relacionados con Covid-19. Además, suponiendo que el plan de manejo por la pandemia progresa de acuerdo con sus expectativas, precisaron que ahora esperan que los costos de capital relacionados con la crisis sanitaria sean de aproximadamente US$ 600 millones.
