El MOP relicitará el proyecto y sectores de apoyo lo califican como una noticia esperanzadora para el futuro agroalimentario de la región.
Detractores lo califican como un proyecto inviable, desactualizado y enfrentado a la discusión sobre la desprivatización del agua en la futura Constitución.
Las críticas más duras las entregó el diputado RN Frank Saluerbaum, que calificó a La Punilla como “El Cau-Cau de la agricultura”.
Diversas reacciones ha generado el acuerdo de término anticipado de la concesión del embalse La Punilla, entre el Ministerio de Obras Públicas y la empresa italiana Astaldi, a casi dos años desde que el Gobierno demandara la extinción del contrato.
Una mega obra que se proyecta sobre el río Ñuble, 30 kilómetros aguas arriba de San Fabián de Alico, pero que se ha visto obstaculizada desde el año 2018 por la crisis financiera de la empresa internacional, la resistencia de familias lugareñas tras un polémico proceso de expropiaciones y un grave error de cálculo sobre la capacidad de almacenamiento del embalse.
A partir de ahora, el MOP podrá relicitar esta obra que busca seguridad de riego para 70 mil hectáreas y producción de energía hidroeléctrica, con un costo de inversión cercana a 500 millones de dólares.
Proyecto destrabado
Desde la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, que agrupa a cerca de cinco mil regantes, a través de sus redes sociales tildaron la noticia como esperanzadora. “Aportaremos todo nuestro compromiso y experiencia para que el nuevo proceso de licitación del embalse La Punilla avance lo más pronto posible”, subrayaron.
El senador UDI, Claudio Alvarado, manifestó que “hay que valorar el acuerdo para destrabar el embalse La Punilla y que el proyecto finalmente se relicite. El Presidente Piñera se había comprometido a entregar una solución y así ocurrió”.
En la misma línea, el diputado Gustavo Sanhueza (UDI) expresó que “es una obra de riego que marcará el futuro agroalimentario de nuestra región, con externalidades positivas en materia de empleo e impacto social. Esperamos que los próximos pasos del MOP sean actualizar los convenios con regantes, preparar las bases de licitación y alcanzar un nuevo contrato”.
“El Cau-Cau del agro”
En la vereda de los detractores, el diputado (RN) Frank Sauerbaum, señaló que “esto se ha transformado en el Cau-Cau de la agricultura, es una vergüenza que el Estado funcione de esta manera, gastando y lapidando recursos millonarios. Se debe tomar una decisión que olvide este modelo de negocio fracasado, e intervenir con un embalse más pequeño, con menos impacto ambiental y social”.
La diputada Patricia Rubio (PPD), indicó por su parte que “el Gobierno demostró que este proyecto comenzó y terminó mal. Acá se afectó a familias que por años vivían en el lugar, fueron sacadas de sus tierras y se dañó parte de la biodiversidad. Debemos buscar una mejor solución de riego para las familias campesinas, la comunidad ha dicho No al Punilla, y seguiremos en esa misma línea”.Inviable y obsoleto
El abogado Ricardo Frez, director de la ONG Defensa Ambiental, indicó que “es una tozudez de las autoridades persistir en relicitar un proyecto que fue aprobado hace más de 10 años, cuyas condiciones de base son incompatibles con la realidad de hoy, donde no se han actualizado siquiera las fórmulas compensatorias para las personas que tienen que ser relocalizadas”.
Finalmente, César Uribe, constituyente y fundador del movimiento Ñuble Libre, manifestó que el proyecto es inviable y obsoleto, donde la relicitación será un camino equivocado, ya que “a las problemáticas sociales, ambientales y económicas, se suma el proceso de la nueva Constitución, donde vamos a levantar demandas en relación a la desprivatización del agua, al cambio de la institucionalidad de la normativa ambiental y como entendemos a la naturaleza”.
Fuente: Cooperativa
