La infraestructura portuaria de Perú en 20 años ha recibido aproximadamente US$2.600 millones de inversión, las cuales se han realizado bajo los esquemas de alianzas público-privado (APP), la Ley del Sistema Portuario Nacionales y mediante obra pública. Actualmente, se prevé que se sumen cuatro nuevos proyectos, afirmó Edgar Patiño, presidente del directorio de la Autoridad Portuaria Nacional (APN), los cuales serían: el terminal San Juan de Marcona en Ica, más otros proyectos en Lambayeque, Chimbote y Pucusana, reportó Diario Gestión.
Respecto al Terminal San Juan de Marcona, el cual contará con una inversión estimada de US$520 millones (impuestos no incluidos), Proinversión anunció que la declaración de interés del proyecto podría concretarse en marzo del 2022, aunque podría hacerlo a fines del presente año. En detalle, se espera construir un terminal especializado en minerales, ubicado a 150 m al norte del muelle de Acarí, en el lado sur de la bahía de San Juan de Marcona en Ica.
En cuanto al proyecto Lambayeque que cuenta con una inversión estimada de US$392 millones, se encuentra en evaluación por parte de Proinversión. La infraestructura del tipo multipropósito será de uso público, según informó el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) de Perú.
La concesión del proyecto Chimbote, que también se encuentra en etapa de plan maestro por parte de Proinversión, contempla el diseño, financiación, construcción, conservación, explotación y transferencia de un nuevo terminal portuario, que esté especializado en contenedores.
El cuarto proyecto que se ha mencionado, estaría a cargo de Americana Navisan, relacionada con el grupo logístico Transoceanic, y buscaría atender naves de hasta 200 metros de eslora. Este proyecto se encuentra a la espera de la habilitación técnica definitiva y está bajo la modalidad de la Ley del Sistema Portuario Nacional. En detalle, contaría con una inversión aproximada de US$84 millones y estará ubicado en Pucusana.
Otros proyectos
También se informó de avances en la construcción de una franja transportadora en el puerto de Engie, a cargo de la compañía minera Anglo American (Quellaveco). Se prevé que finalizará durante el primer trimestre del 2022, aunque su operatividad está sujeta a la producción de cobre de la mina.
Patiño también señaló que hay otros retos pendientes, como el de recibir naves más grandes “hay proyectos de modernización de infraestructura, muy próximos a terminar”.
En tanto, el 8 de octubre se recepcionó la obra de reforzamiento del muelle 2B del puerto Salaverry, con el arribo de su primera nave comercial “Ocean Rainbow,” procedente del puerto de Antofagasta, Chile, y para la primera semana de noviembre, se tiene programada la culminación de la ampliación del Muelle del Puerto de Paita.
Próximos desafíos
Dada la baja capacidad de buques y la elevada demanda de contenedores a nivel internacional, problemática que podría durar años, Patiño señaló que tanto importadores como exportadores, deberían unirse para generar una masa crítica de envíos que sea atractiva a los ojos de las líneas navieras para llegar a los puertos regionales del país y no solo concentrarse en el Callao.
“Los conceptos de importación y exportación deben separarse. La exportación a través de los puertos está dinamizada por los productos agrícolas y mineros, sin embargo, el desafío se encuentra en las importaciones”, explicó Patiño.
Fuente: Mundo Marítimo
