Un auspicioso término de 2021 tuvo este sector, cuya labor es una referencia de lo que podría pasar con la inversión. En el período, destacó el desempeño en energía, infraestructura general y sanitaria.
Un alto vuelo alcanzó la actividad de las empresas de ingeniería al cierre de 2021. De hecho, según el índice que elabora la Asociación que reúne a las firmas del sector -denominado ICON-, alcanzó un máximo histórico de 1,14 puntos durante octubre-diciembre pasado.
Dicho nivel se tradujo en un alza promedio del ejercicio pasado de 2,6% y de 7,2% si se compara el citado cuarto trimestre con igual período de 2020, el año uno de la crisis sanitaria generada por el Covid-19 y sus negativas secuelas en la dinámica productiva del país.
El desempeño del índice general, que se basa en la demanda de horas hombre por proyectos en distintos sectores de la economía nacional -y, por ende, da luces del nivel de inversión previsto-, se vio favorecido por el incremento de 16% que exhibió el gerenciamiento de las iniciativas en el cuarto trimestre de 2021 frente a su símil de 2020. Esta área, que explica un 60% del total y se asocia a la última fase de una obra de inversión e involucra al período de construcción, escaló hasta un valor récord de 1,3 puntos.
La ingeniería preinversional -vinculada a la etapa de estudios y definiciones y con un peso de 19% en el indicador- mejoró mejoró 7,8% en el último cuarto del ejercicio pasado, comparado con un año antes.
La ingeniería de detalle, en cambio, redujo su actividad y llegó a valores de 0,8 puntos, el más bajo desde 2018, equivalente a una caída de 15,8% en términos anuales.
Un tema que para la AIC es preocupante, considerando que la participación de las horas de actividad de esta área de ingeniería muestra una disminución de cinco puntos porcentuales en los últimos cuatro años para llegar a 21%.
Dinamismo en el sector de la energía
Desagregados por sectores económicos, en los resultados de 2021 destaca el alza de 30,1% en energía, seguido por infraestructura general con 14,4% e infraestructura sanitaria, que exhibe un crecimiento de 5,9%.
En contraste, la industria acusa una disminución de actividad de 38,2% y la minería una de 5% respecto al año precedente.
Estos últimos resultados se traducen en una caída de la participación en el primer caso de 47% a 43% entre 2020 y 2021; y, en el segundo, de 6% a 4%.
En el caso de la energía e infraestructura general su peso relativo mejoró tres puntos porcentuales hasta 11% y 35%, respectivamente.
Tres focos de preocupación
Tras estos resultados, las empresas consultoras de ingeniería anticipan una mantención de los “buenos niveles” de actividad para el sector durante este primer trimestre.
De cara al resto del año, no obstante, prima la cautela debido a tres aspectos: el primero, la tendencia a la baja que exhibe la inversión en ingeniería de detalle.
El otro factor es lo que definen como “importante” caída que exhibió la inversión pública en el cuarto trimestre de 2021.
Comparado con el mismo lapso del ejercicio anterior, la demanda desde dicho sector se redujo 6,5% y respecto a julio-septiembre previo un 19%.
Este descenso, en un contexto de reciente cambio de autoridades gubernamentales, a juicio de la asociación “no permite tener claridad aún del nivel de inversión 2022”.
De todas formas, el deterioro de fines de año no impidió que el rol estatal -con una participación promedio de 30% en el indicador- apuntalara la actividad de la industria al subir 12% en el conjunto de 2021.
Un tercer ámbito de inquietud para la AIC es la incertidumbre que circunda al mercado minero frente a cambios de políticas públicas que actualmente están siendo discutidas por las autoridades del país.
Lo anterior, en un escenario donde el rubro minero ha generado nuevos proyectos preinversionales, probablemente -dice el gremio-, motivado por los buenos precios de los metales.
Los registros de Cochilco indican que la cotización promedio internacional del principal producto de exportación de Chile alcanzó un récord de US$4,2263 la libra en 2021. Y en estos meses no ha soltado ese nivel debido a la presión generada sobre las materias primas por la invasión rusia a Ucrania.
Fuente: DF.
