La constructora e inmobiliaria amplía su foco a otros negocios. En la capital peruana construye su primer strip center y partirá con viviendas en la ciudad colombiana de Santa Marta. En Chile quieren participar de la cartera de concesiones en consorcios con otros privados.
Es la segunda constructora más grande del país, responsable de más del 3% de lo que se invierte al año en Chile en esa industria, con un backlog -o saldo en obras por ejecutar, que muestra la venta en construcción de la firma- de US$ 800 millones para los próximos dos años.
Con 71 años de historia, el origen del grupo Empresas Besalco -holding ligado a la familia Bezanilla- es el área de vialidad, pero hoy está ampliando su foco y ya traspasó las fronteras apostando por el rubro inmobiliario.
Al negocio que desarrollan hace más de 15 años en Lima, Perú, ahora sumaron un segundo país fuera de Chile: Colombia. Ahí, el grupo está desarrollando un proyecto de vivienda. “Estamos partiendo con una operación en Santa Marta, al norte de Colombia”, detalla Víctor Bezanilla, presidente ejecutivo de Besalco. En esta apuesta no están solos: tienen un socio local, Arquitectos Ingenieros Asociados (AIA) e invirtieron US$ 5,7 millones.
El plan en el norte de Colombia es comenzar con viviendas, para luego desarrollar otros negocios en distintos sectores, algo similar a la ruta que la empresa siguió en Perú.
En Lima, la firma ha construido y entregado un total de 6.500 viviendas y tiene nueve proyectos en etapa de edificación y venta por más de 10.000 departamentos. La operación pesa poco dentro de las ventas totales -apenas 5%-, pero tiene un gran potencial. “Estamos construyendo el primer strip center en Lima, en un sector de oficinas ubicado entre el aeropuerto y el centro de la ciudad”, detalla Bezanilla. En ese primer proyecto invertirán US$ 3 millones y no es lo único en carpeta. “Estamos analizando construir otro strip center en Piura”, ciudad al norte de Perú, en la zona occidental, adelanta.
A su vez, están buscando impulsar otras áreas, como servicios para la minería y concesiones viales. Ya han postulado a algunas licitaciones, aunque sin éxito, pero así y todo mantienen el interés por entrar a ese mercado.
INMOBILIARIO, LA ESTRELLA
Si bien Besalco tiene una larga historia en obras viales, en 2015 la estrella ha sido el negocio inmobiliario. Además, están creciendo con proyectos en el formato strip center en Santiago, Viña del Mar y Concón.
Para Bezanilla es muy clara la relevancia que ha tomado esta área. Cuenta que las ventas del negocio inmobiliario venían creciendo a un ritmo anual de entre 10% y 15% en los últimos seis ejercicios y “este año explotó al doble”.
Detrás de aquello hay una mezcla de factores, porque “se han acelerado las ventas de viviendas, anticipándose a la aplicación del IVA, que regirá desde enero de 2016”.
“Las personas han salido del mercado de valores y compran viviendas como inversión. Las tasas de los créditos hipotecarios están bajas y tenemos buenos proyectos”, enumera el empresario.
DESACELERACIÓN Y REFORMAS
Pero no todo son cálculos alegres. Pese al buen desempeño del negocio inmobiliario, la desaceleración económica ha tenido un impacto para el grupo. Bezanilla explica que “la empresa se está achicando, porque hay menos proyectos”.
El backlog de la compañía -que incluye maquinaria, construcción, montaje, pero no venta inmobiliaria- muestra esa tendencia: si se consideran las operaciones de Chile y Perú, el saldo de obras llegó a US$ 733 millones en junio de este año. Pero el mayor nivel se alcanzó en 2012, con US$ 1.039 millones en obras por construir. En 2013, se redujo a US$ 954 millones y en 2014 llegó a US$ 735 millones. “Hoy es menos que otros años y significa que tenemos menos obras por vender. La empresa es más chica”, sostiene.
No es el único indicador. Históricamente, la inversión anual ha bordeado los US$ 250 millones y este año será cercana a US$ 150 millones, apunta el presidente de Besalco. Esta se reparte entre maquinarias, terrenos e hidroeléctricas.
Bezanilla cree que el clima de reformas que está enfrentando el país ha asustado a los inversionistas (ver recuadro) y eso, para la firma, ha tenido repercusiones: “Es tremendo, la inversión minera prácticamente desapareció. Hay un par de empresas invirtiendo y nada más”, grafica.
Bajo el abanico del grupo de Empresas Besalco está el área de construcción civil, que realiza muchas obras para la minería, como túneles, caminos, plantas industriales y obras civiles. Además, el grupo posee una firma de servicios de maquinaria que tiene contratos de largo plazo y sigue trabajando en la parte operativa de la minería.
IVA A LA VIVIENDA
En la compañía han seguido de cerca la implementación de la reforma tributaria del gobierno y, en particular, la aplicación del IVA a las ventas de viviendas que comenzará a regir desde el próximo año.
Bezanilla estima que el impuesto ya está incorporado en los precios de las viviendas. “El mercado se anticipa siempre. Hacia adelante, creo que a partir de mediados de 2016, habrá una baja importante en la velocidad de venta de viviendas, porque van a subir los precios”, prevé.
¿Y el impacto que tendrá la reforma tributaria en la firma? “Al final es negativo, porque ha generado desconcierto. Pero no se sabe el efecto real, porque -según los expertos- es inaplicable, no funciona y está mal hecha”, asegura.
Plantea que el empresariado y Chile “ya aceptaron que la tasa tributaria de las compañías va a subir. Pero hay que hacer un sistema que sea pro crecimiento y pro inversión y no el que hay ahora. Eliminar el FUT creo que fue un error, porque es un incentivo al ahorro ”, fustiga.
El aumento en la tasa tributaria de las compañías, añade, “nos afecta en que son menores resultados para la empresa y los accionistas. Eso echa a perder los negocios, porque baja la tasa de retorno”.
INTERÉS EN CONCESIONES
A mediados de marzo de este año, la Presidenta Michelle Bachelet anunció un nuevo plan de concesiones de obras viales que implica la licitación de proyectos por US$ 1.500 millones para este año.
Ese negocio es relevante para Empresas Besalco, pero representa un 3% de los proyectos que tiene hoy en backlog. “Participamos en las concesiones para construirlas y, generalmente, luego las vendemos. Hemos vendido todas las que hemos tenido, que han sido muchas”, asegura el presidente ejecutivo.
Bezanilla mira con interés la cartera anunciada por Bachelet . “Ojalá sea así y sean capaces de sacarla. Hoy, hacer obras es muy difícil, así es que todo lo que implique que se hagan obras, bienvenido”, señala.
En la actualidad les interesa, sobre todo, vialidad y embalses de riego. “Vamos a tratar de participar el máximo que podamos, de acuerdo a nuestras capacidades”, anuncia Bezanilla. Pero aclara que la firma no tiene capacidad de participar en concesiones de grandes proyectos, porque son intensivas en capital y “tenemos limitaciones”.
Pero adelanta que buscarán formar consorcios u otras formas de participar en los proyectos grandes, como el Embalse Punilla, proyecto en la VIII Región que será concesionado y servirá para riego y generación eléctrica, donde se asociaron con las constructoras Brotec y Belfi. “Estamos incorporando a otros inversionistas”, adelanta el empresario.
En la lista de obras figuran también la Ruta Nahuelbuta (Ruta 180), que conecta las comunas de Negrete y Los Angeles, en la Región del Biobío, y Angol y Renaico, en la Región de La Araucanía; y el Camino 60 (Camino La Pólvora, que conecta la Ruta 68 con el puerto de Valparaíso).
¿Cómo se explica el retraso en la cartera de concesiones? “Hay muchos problemas, pero para sacar adelante una cartera de inversiones importante se requiere una voluntad política muy fuerte. Y he notado que esa voluntad política ha faltado en los últimos ocho años”, advierte Bezanilla, quien asegura que “el último que puso una fuerza violenta fue el ex ministro y posterior Presidente Ricardo Lagos. Y eso no se ha repetido”.
Entre las dificultades que observa están los problemas con los permisos ambientales, las ingenierías, las constructoras, los bancos, las comunidades y los alcaldes, entre otros. “Uno tiene que estar dispuesto a enfrentarse con la comunidad entera para sacar adelante un proyecto (…). Hoy es mucho más difícil que hace ocho años. Se requiere una ‘permisología’ que antes no se requería (…). La gente está muy empoderada y se cree con derechos que la ley no le otorga y los exigen. Y la autoridad no ha estado dispuesta a aplicar la ley en todos los casos”, alega.
Bezanilla, sin embargo, cree que están dadas las condiciones económicas e institucionales para impulsar la inversión del sector privado, en asociación con el sector público, aplicando la Ley de Concesiones.
La firma, además, tiene un contrato que incluye tres cárceles concesionadas: Rancagua, Alto Hospicio y La Serena. Según Bezanilla, ha sido un contrato interesante, con una rentabilidad de acuerdo a lo esperado. Sin embargo, añade, el período de construcción “fue muy traumático para nosotros, porque hubo desavenencias con la administración en cuanto a la interpretación del contrato. Estas fueron resueltas por un tribunal y liquidado el tema”.
El tribunal dictaminó que correspondía un pago adicional para la concesionaria.
Fuente: Carla Alonso Bertaggia
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