ACS, Ferrovial y Sacyr han mostrado su interés por el contrato de construcción y concesión del embalse chileno de Punilla, en la región del Bío-Bío, y que está valorado en cerca de 328 millones de euros.
En concreto, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) de Chile ha recibido siete ofertas de precalificación para el proyecto de concesión del embalse.
Se trata del consorcio infraestructura Punilla integrado por ACS y su filial Dragados; Sacyr Concesiones; Salini y la italiana Impregilo; Astaldi; el consorcio BBB formado por Belfi, Besalco y Brotec; Ingenieros Civiles Asociados y Ferrovial junto a su filial de concesiones Cintra, según datos oficiales.
Por el momento, ya están precalificadas Astaldi; Belfi junto a Besalco y Brotec e Ingenieros Civiles Asociados, mientras que las propuestas de los cuatro consorcios restantes están siendo analizadas por parte del Ministerio de Obras Públicas chileno.
Entre las empresas que pueden estar interesadas por el proyecto se encuentra Pacific Hydro Chile, GDF Suez, Abengoa o Sinohydro Corporation, según datos del sector.
El proyecto comprende el desarrollo de una presa de 136 metros de altura con una capacidad de almacenamiento de agua de 625 millones de metros cúbicos, que se encuentra a 30 kilómetros de San Fabián de Alico. También abarca una central eléctrica hidráulica de 100 MW.
Se espera que el proyecto permita duplicar la superficie de tierras de riego a más de 60.000 hectáreas.
El contrato tiene una concesión de 20 años con ingresos de generación de energía hidroeléctrica, la venta de derechos de agua antes de la concesión y el uso de agua no adquirida por los usuarios del embalse.
La inversión total del proyecto contará con financiación procedente del Gobierno, los agricultores locales y el concesionario privado.
El depósito se ocuparía de las necesidades de riego de los agricultores de la zona del río Ñuble, incluyendo la provincia de Ñuble y parte de la San Carlos, Chillán, Ñiquén, San Nicolás, Coihueco y San Fabián de Alico.
El embalse permitirá el riego de aproximadamente 10.000 hectáreas adicionales de tierra que hoy en día no cuentan con derechos de agua.
Además, con la construcción del embalse se podrá disminuir las praderas y el trigo, dando paso a frutales y cultivos industriales.
Fuente: El Economista America
