La tecnología fue desarrollada en Israel, aporta 250 m3/ día y tuvo un costo inicial de: $758.298.496.-
De visita en la costa curicana, la gobernadora regional, Cristina Bravo, señaló que la implementación de esta tecnología israelí “es una oportunidad para las comunidades que requieren agua potable”, y agregó que esta misma planta desalinizadora será desarrollada en otras comunas costeras.
Para las autoridades, la única solución disponible –en el corto plazo– es la distribución vía camiones aljibe, alternativa que resulta insostenible por su alto costo y débil infraestructura, otra idea razonable para superar la sequía que por más de 13 años afecta al centro sur de Chile, resulta ser la instalación de una moderna y compleja planta desalinizadora automatizada, cuya capacidad de producción es de hasta 250 metros cúbicos por día de agua potable.
La planta requiere de energía eléctrica para sus operaciones, recibirá un flujo híbrido, ya que parte de su consumo será suministrado por un sistema de colección fotovoltaico, sobre el cual se apoyará la alimentación trifásica convencional.
El alcalde de Licantén, Marcelo Fernández, planteó que el mayor desafío es “poder llegar con soluciones reales a la gente”, y aprovechando la visita de la embajadora de Israel, se inauguró un huerto comunitario que utiliza el agua que resulta potabilizada gracias a esta tecnología extranjera.
La presidenta de la junta de vecinos de Duao, Clara Correa, acotó que “esta planta va a mejorar la calidad de vida de todos, incluso los turistas”.
A saber, la nueva desalinizadora de Duao-Iloca recibió financiamiento del fondo nacional de desarrollo regional (FNDR) del GORE maulino, por un total de $758.298.496.-
